Bienvenida Primavera 

¡Jugar al aire libre hace bien!

Siempre hemos escuchado que es favorable para el desarrollo de los niños que salgan a jugar al patio, al parque o a la plaza y que debemos incentivarlos para se conecten con la naturaleza, pero lo que no todos conocemos son los beneficios que entrega esta actividad.

Lo primero que tenemos que considerar es que la naturaleza es un entorno de aprendizaje multisensorial donde los niños experimentan la observación y logran una comprensión de los contextos. Por ejemplo, el proceso de una planta desde que brota hasta que se convierte en flor.

El jardín, especialmente en primavera, es una maravillosa plataforma para jugar y divertirse de muchas maneras. Las temperaturas de esta época del año permiten realizar actividad física al aire libre; saltar o correr en el patio, mientras los niños descubren el canto de los pájaros o simplemente disfrutan mirando el entorno.

Cuando los niños son pequeños, es importante aprovechar los juegos al aire libre para estimular y potenciar sus habilidades físicas y lograr que se fortalezcan. Cuando los menores juegan, se familiarizan con su cuerpo y  experimentan la alegría de moverse lo que contribuye a su desarrollo integral.

En niños más grandes, el contacto con la naturaleza permite establecer una relación sana con el ejercicio físico y el entorno natural. Además, los elementos de la naturaleza ayudan a fortalecer sus sentidos.

Otro aspecto que vale la pena destacar es la importancia de que los niños conozcan su entorno y aprendan a proteger el medio ambiente.

La mejor forma de generar conciencia ecológica es mostrándoles el planeta en el que vivimos y como, a través de simples y cotidianas acciones, podemos aportar para cuidarlo.

De nosotros depende formar nuevas generaciones más comprometidas con un mundo mejor y más verde.