¡Jugar al aire libre!
Invita a los niños a conectarse con la naturaleza, a descubrir las texturas, colores, formas y olores de las flores, los arbustos, los árboles, verás cómo son capaces de diferenciarlos y disfrutar con al algo tan simple como entender el mundo que los rodea.
Hablarles, crear personajes, inventar cuentos e historias
No hay forma más efectiva de estimular es desarrollo del lenguaje que a través de la creación de historias, la lectura de cuentos o la creación de personajes, para esto los títeres son una excelente herramienta para echar a volar toda nuestra creatividad y fomentar en los niños su imaginación. Escuchar permanente la voz de los padres estimula sus capacidades auditivas, su concentración, y les entrega la confianza y la seguridad.
¡Muévete que te mueve!
El movimiento es el estímulo más importante para el desarrollo cerebral, principalmente en el primer año de vida.
Algo tan simple como salir al patio o a la plaza y saltar, correr les ayuda a potenciar el equilibrio, la coordinación y su relación con el espacio. Llévalo a que salte tronquitos, que alterne piernas para darle sentido al movimiento, que suba a un árbol y una simple tarde se convertirá en un momento de juego y conexión.
Construir, armar y desarmar
Los juegos de construcción son fundamentales para lograr un correcto desarrollo de la motricidad fina. Por eso sencillas actividades como armar un collar, encajar porotos dentro de una botella o armar un avioncito son juegos que siempre debemos considerar para estimular correctamente esta habilidad que es indispensable para el aprendizaje y la lecto-escritura, ya que requiere de coordinación y entrenamiento motriz de las manos.